«Calidad y venta directa, nuestras bazas» | El Norte de Castilla

2022-05-20 21:00:28 By : Mr. Sunmart Solar

Ya en el siglo XI, las gentes de la zona pagaban con fruta sus tributos a los monjes del Monasterio de Oña. En el Valle de Las Caderechas, en la comarca de La Bureba, al norte de Burgos, siempre ha habido frutales, al tratarse de una zona muy propicia para este tipo de producciones. Décadas atrás, producía todo tipo de frutas, pero a partir de finales de los años 80 se apostó por trabajar específicamente la cereza y la manzana reineta, al ser las propuestas más rentables. Años después, en 2004 se consiguió la aprobación de las Marcas de Garantía Cereza y Manzana Reineta del Valle de Las Caderechas. El marchamo dio un «valor añadido al distinguir una calidad reconocida y avalada» a dos productos que poseen «matices muy característicos», según Juan José Gandía, fruticultor y presidente de la Asociación de Productores. Posee diez hectáreas de cerezo en regadío «con un apoyo con goteo que aprovechamos para hacer la fertilización» y tres hectáreas de manzana reineta en secano.

En cuanto a los frutales, defiende que las peculiaridades de la ubicación y del terreno, hacen que la producción sea «especial» y de una «gran calidad». El fruticultor detalla que la manzana reineta se produce a 800 metros sobre el nivel del mar, algo que «aporta mucha calidad, por la altura y las noches frías». En lo que se refiere a la cereza, la peculiaridad la marca el «microclima» de la zona. «Tenemos las variedades tardías, salen fuera de época porque cogemos el grueso de nuestra producción en el mes de agosto, cuando en otros sitios ya no hay cerezas», recalca Gandía. La fruta, al estar más tiempo en el árbol, aumenta las posibilidades de coger azúcares, mientras que «las noches frías le da muchas dureza, marcada por la diferencia de temperatura».

Este agricultor mantiene que el sector de los frutas «es complicado», ya que en las épocas en las que hay una gran cantidad de producto, el precio es muy bajo. Para mejorar la rentabilidad, en Las Caderechas se apuesta por la «venta directa» en la que se saca un valor añadido. Asimismo, el fruticultor desvela que otro de los problemas a los que se enfrentan es el cambio climático que «nos toca mucho por las heladas». Por el contrario, por sus especiales características, en la zona existen escasos problemas sanitarios de insectos y enfermedades.

La subida de los insumos también ha afectado de lleno al sector de la fruta en el Valle de Las Caderechas. Aunque los productos y el abono han experimentado un incremento en el precio, en la zona lo han notado especialmente en el coste del empaquetado. «Hemos pedido con tiempo las cajas donde va la cereza, aún así la hemos pagado con una subida del 28% respecto al año pasado. Si entonces eran 15 céntimos, este año son 20, por kilo de cereza. Hemos pedido y adelantado el dinero, porque ya nos han dicho que en dos meses en lugar del 28 puede ser el 50%, se va a notar», afirma.